La diferencia entre el porno de un país u otro es, al fin y al cabo, un
tema idiomático. El sexo se practica
casi igual en todas partes del mundo y nos excitan más o menos las mismas cosas
–hay diferencias, por supuesto-. No es que en Argentina produzcan mejor
cine porno que en España, ni que en México las películas para adultos sean
ridículas, o que sean mejores que las de los otros dos países.
Diferencias entre porno mexicano, argentino y español
Al final todo es cuestión de barrer para casa, de que si tenemos que elegir
(y no vale recurrir a la superproducciones estadounidenses con las actrices y
los actores más conocidos por el público mundial más conocedor del sector) nos
tira más ver a una pareja que habla en nuestro propio dialecto que otra que
dice palabras extrañas en momentos clave, lo que nos lleva a estar más
pendientes de eso, criticarlo o reírnos que de dejarnos contagiar por la
excitación sexual que se desprende de las imágenes y que en teoría teníamos que
utilizar cada uno sabe para qué.

Y además no son palabras tan curiosas, porque
si en España alguien dice que va a coger el autobús, un argentino que pase por
allí se va a imaginar una imposible escena sexual entre un humano y un vehículo.
Lo mismo ocurre cuando un español habla con toda naturalidad de las conchas,
cosa que a un argentino ni se le pasaría por la cabeza a no ser que estuviera
en compañía de gente de muchísima confianza y el contexto lo justificara.
En el caso del conejo, que
es un animal comestible, los españoles y los argentinos estarán de acuerdo en
que lo de comestible tiene más de un sentido, pero un mexicano para referirse a
la misma parte del cuerpo femenino podría hablar de panocha, que para un
español es una de las formas de referirse a una mazorca.
En fin, que hay momentos en los que oír según qué palabra, en según qué
contexto, destroza el ambiente y dejamos de estar concentrados en lo que nos
interesaba inicialmente. Pero más allá de eso no hay un porno gratis mejor según el
país, y en caso de duda cada uno preferirá el de producción nacional.
Claro que las producciones pornográficas, sean profesionales o caseras,
responden a unos gustos. Primero al de los que hacen esos vídeos, y segundo al
del público, que mostrará de una forma u otra (comprando o votando) aquello que
más le gusta, hasta que oferta y demanda se encuentren en un mismo punto. Y en
este sentido sí que hay variaciones según el país.
Como se nos cuenta en este artículo, hacer encuestas sobre los gustos
sexuales es muy difícil y lo mejor al final es fijarse en el porno que consume
la gente, que resulta muy fácil viendo solamente desde dónde se conecta a según
qué portales y qué videos gays en concreto. Se sabe, por ejemplo –no es ninguna
sorpresa- que aunque nos pongan
películas enteras, con las actrices y los actores de más fama y con la mejor
calidad de imagen, entramos en estos portales para masturbarnos y no nos
quedamos ni 10 minutos.
Estos estudios también demuestran lo que decíamos: nos gusta ver porno
preferentemente hecho en nuestro país, para oír a los protagonistas practicar
sexo en nuestro idioma y dialecto y por aquello de tener en la pantalla a
personas que se nos parecen, que se comportan como nosotros y que podrían ser
nuestros vecinos de barrio, quién sabe.
Esto pasa en España, en México y en Argentina: las palabras clave suelen
incluir el nombre de nuestro país, el adjetivo (español, mexicano,
argentino...) y lo mismo en inglés, por si acaso. Como curiosidad, y fuera del
tema de los orígenes de los videos pornos, parece que en México gustan los vídeos de
adolescentes (teen) o maduras follando, entenderemos que dentro de la edad legal, mientras que en España una de las palabras
clave favoritas es “amateur” y otra, “casting”, porque parece ser que da un
morbo especial ser testigo de pruebas para futuras actrices porno, aunque en
muchos casos se trate ya de actrices que simulan que no lo son. Los
argentinos, por su parte, disfrutan con los vídeos de sexo anal y, en cuanto a
la edad de las protagonistas, el abanico es amplio: “madre” y “adolescente” son
dos de los temas que más les gustan.